El día 26 de Agosto del presente año, emprendí un viaje vacacional al estado Mérida, días antes como es debido pedí permiso para portar el uniforme y la pañoleta del G. S. Conquistadores de Carabobo, el cual fue concedido.
Desde horas del amanecer del día 26 portando el uniforme scout, dimos paso al comienzo del viaje a Mérida, un viaje lleno de expectativas para mi, no solo por conocer Mérida, sino por ir a explorar un territorio totalmente distinto al medio ambiente donde resido, 9 horas de camino entre paradas, miradores, y puntos de referencia; después de un largo tramo, finalmente llegamos a Santo Domingo, un pueblo de Mérida donde haríamos estancia durante una semana.
Al entrar, fuimos recibidos por los dueños de la cabaña con gran alegría y campanadas de bienvenida, un gran recibimiento cabe destacar. Esa noche nos dedicamos a acomodar las cosas, 17 personas habitando y conviviendo en una espectacular cabaña con vista a unos paisajes grandiosos. Así dio comienzo a una aventura, una exploración, unas vivencias llenas de sorpresas; que mas que un ligero descanso de la vida diaria…
Día primero (Lunes 27/08/2007), preparados desde bien temprano en la mañana para dar nuestro primer paseo, haciendo una breve parada en la entrada de la Laguna Mucubají, donde con orgullo y alegría se les regalo a los niños del páramo, juguetes y ropa, entre otras. De allí encaminamos hacia el pico “El Águila”, casi dos horas de camino nos llevaron allá, una neblina muy densa nos recibió, con esa brisa fuerte y fría. Al estar allí salimos rumbo hacia las montañas que dan paso a Piñango (un pueblo) en busca de la nieve deseada; en el camino se presentaron desacuerdos como en todos lados, frente a un lago que nos mostraba el verdadero valor de un viaje familiar; al tiempo las cosas tomaron su curso y sin dejar atrás los hechos, seguimos nuestro camino hasta llegar a la montaña; mucha gente estacionada bajando con aquella nieve helada, por inercia a la nieve fue muy rápido subir el pie de la montaña, encontrar un tanto de nieve que nos alegro un poco el día, con un regreso agotador de ese primer día. A nuestro retorno, la cena y luego una velada junto a la chimenea, cantos, juegos, trivias y demás.
Al segundo día (Martes 28/08/2007), un nuevo comienzo, tomando rumbos a la laguna Mucubají, después de un despertar, agarramos camino; y al llegar a la laguna Mucubají un sol radiante nos esperaba, por cierto allí conocí a una Rs. De Trujillo, sino mal recuerdo es del G. S. Santa Teresita, luego esperar nuestro turno para los caballos, una ligera sensación de que el camino traería sorpresas, nuestro turno y cada quien arribo su caballo, todos los caballos tenían alguna característica especial, el mió por ejemplo a quien llame “Cadillo” ya que en todo su pelaje tenia semillas de “Cadillo”, era el mas loco, de pronto se paraba y comenzaba a patear a los demás caballos, a veces salía corriendo como si estuviera en un campo abierto o sencillamente le daba por empujar a los demás caballos. Otro no era tan salvaje, pero tenia un grave problema estomacal, uno sencillamente tenia hambre, que hasta el pantalón de su jinete se estaba comiendo, y así cada caballo nos trazo una meta, la cual fue llegar a la laguna negra o laguna encantada como otros la conocen. Ciertamente a nuestra llegada la laguna parecía estar encantada, algunos veían su agua negra otros no como es mi caso, era un agua verde pero tan clara como el cristal, una inmensidad que con solo estar allí te traslada a un paraíso. Hora de regresar, y nuevamente todos a los caballos, el regreso si fue un poco mas ajetreado, puesto que uno de los nuestros se cayo del caballo ya que la silla no estaba bien amarrada, mi caballo se volvió loco y empezó a correr todo el camino, dejando atrás a todos como a 15 minutos, hasta que finalmente logre detenerlo. A mi espera por los demás un guía golpeo mi caballo haciéndolo correr hasta la salida donde el caballo por fin se detuvo. Finalmente llegaron casi todos, y digo casi porque algunos se fueron caminando y su retorno es mas largo, a la parada de los caballos, una pesca de trucha donde algunos decidimos probar que tan bueno somos para la pesca, después de varios intentos pesque mi trucha, a la par sacamos tres truchas, después de una larga espera llegaron los que faltaban, y fuimos a un restaurante a comer algo ligero para esperar el almuerzo y un retorno algo apresurado ya que en camino debía estar un Padre (Sacerdote) el cual fue invitado por la familia a pasar las vacaciones con nosotros, y quien al arribar la casa fue recibido con campanadas igual que nos recibieron a nosotros, a seguir la tradición de los dueños de la cabaña.
Día tercero (Miércoles 29/08/2007), salimos a la ciudad de Mérida bien temprano, toda la mañana de camino, hicimos parada en el monumento a “La Loca Luz Caraballo”, entramos a la famosa Capilla de Piedra, todo un tour de camino, hasta que finalmente arribamos el Mercado Principal De Mérida, todo un centro comercial informal, todos los dulces de Mérida estaban allí, la ropa, comida, absolutamente todo lo que buscara estaba allí. Después de una larga jornada de compras nos separamos, unos se fueron a la cabaña a descansar, otros fuimos a “Los Chorros de Milla”, un parque zoológico con buen ambiente, un paseo agradable, luego nos regresamos muy a prisa debido a que uno de los nuestros (el que se cayo del cabalo) se sintió mal, y no es para menos, después de una caída en la montaña no es fácil recuperarse, en el camino nos agarro la noche, el malestar cada ves mas fuerte, tuvimos que parar en una clínica que para nuestra sorpresa no era una clínica sino un “Barrio Adentro”, resulta que a completar la situación le dio mal de páramo. Después de dos largas horas de espera, se recupero y tomando nosotros nuestro camino a la cabaña se desato una tormenta que cubrió la carretera de neblina, una torrencial lluvia que al poco tiempo comenzó a convertirse en hielo. Varios apagones dejaron a oscuras gran parte de Mérida y nosotros a ojo de águila en el camino logramos llegamos a la cabaña.
Cuarto día (Jueves 30/08/2007), este día se decidió llevar al Padre a que conociera el pico “El Águila”, pero en la llegada la alegría de la gente portando muñecos de nieve en sus carros nos hizo cambiar la ruta e ir en busca de la nieve, seguimos por una carretera por donde nos guiaban las demás personas, hasta que llego el momento en que íbamos solos por una carretera de barro y piedras a la orilla de un barranco en la montaña, todo por un poco de nieve!; en el camino nos topamos con otras personas que iban en otra camioneta, decidimos tomar el camino juntos, puesto que andábamos en busca de lo mismo. Finalmente llegamos al final del camino, a pocos metros de la copa de la montaña conseguimos la nieve… una emocionante aventura de Rusty track, para seis personas que tuvimos la dicha además de que nos nevara en plena montaña. Bueno después de ese inicio de nevada nos regresamos, hasta llegar al pie de la montaña donde hicimos un buen muñeco de nieve sobre el capó de la camioneta, que por cierto era scout!, almorzamos una pizca andina en el restaurante del pico El Águila y retornamos a la cabaña, donde una parrillada nos esperaba para hacer. A toque de siete de la noche el Padre estaba invitado a una misa en la iglesia de Santo Domingo, al cual fuimos casi todos para acompañarlo en su misa. El párroco de la iglesia estaba cumpliendo 30 años, y de manera especial la parroquia le ha hecho 30 tortas, a las que al final de la misa dieron su luz para cantar el cumpleaños al Padre, el mismo quien tan generoso y humilde repartió torta a todos sus feligreses, regalos a los niños, y hasta a los adultos nos regalo llaveros! Después de la misa nos regresamos a la cabaña, estando lloviendo culminamos con la cena de parrilla y trucha asada, juegos y trivias.
Día quinto (viernes 31/08/2007), el momento más esperado por muchos, la subida en teleférico, un largo camino y con mucha ropa encima llegamos al teleférico, a nuestro turno de 8:45 am. Ver llegar vagones que iban sostenidos por cables, un singular cosquilleo en todo el cuerpo, con el solo pensar que en poco tiempo estarías ahí. Arribamos el “Folicular” y empezó la travesía del teleférico, todas las estaciones, esa sensación de volar sobre la montaña y el clima que hasta la tercera estación era natural. Al Llegar a la ultima estación, el frió era interminable, nieve por todos lados, una experiencia muy fría, imagínense porqué!, hicimos un muñeco de nieve súper grande, guerra de nieve, y demás… estar en el punto mas alto de Venezuela es algo que nunca se olvida, la estatua de la Virgen de las Nieves, con una mirada fija y confortante, llenando de esperanzas a todas las personas, aunque la emoción era cuan grandiosa, tuvimos que retornar, 4 de los nuestros emparamados (mal de páramo), no nos quedo opción sino retornar tan pronto como era posible. Finalmente tomamos camino a Santo Domingo y descansar de ese largo pero tan fabuloso viaje.
Sexto día (sábado 01/09/2007), preparándonos para regresar a casa en Guacara, solo hicimos paseos cortos, fuimos a la truchicultura, a conocer el misterioso “Hotel Los Frailes”, otra de las experiencias agradables, estar en un edificio creado en 1643, funcionando como un Monasterio y que al final termino siendo un Hotel, algún misterio ha de esconderse en sus pasillos oscuros y abrumadores, esas salas tan tenebrosas y oscuras, puertas rechinando como si el viendo las golpease a nuestro paso, sus empleados misteriosos que de la nada nos sorprendían, el mesonero del bar que sin ningún motivo entraba y salía del mismo dejándonos solos en el recinto, puesto que éramos los únicos que estábamos en la edificación hasta que salimos a esos paisajes espectaculares que rodeaban el lugar. En el camino fuimos a la Casa del Pastel, un local comercial donde haciendo honor a su nombre, se encuentran todo tipo de dulces… y de regreso algo de comida “nacional” entramos a una Pizzería, donde el menú hacia juego con su nombre “150 pizzas diferentes” la misma cantidad de la que contaba su menú. Posteriormente en la cabaña… a descansar porque el viaje del día siguiente seria largo, pero en la noche los mas jóvenes decidimos salir, ¿porque no? Nos fuimos al disco-bar del “Hotel La Trucha Azul” que quedaba al lado de nuestra cabaña, en la cual estuvimos hasta las 2:30 am.
Séptimo Día (domingo 02/09/2007), lamentablemente se nos acabo el viaje, era hora de retornar, que mas le podíamos pedir a siete días de vacaciones, exploración, aventuras y diversión, de las cuales disfrutamos a un 100%, un regreso largo y cansado, pero con la mente tranquila, sabiendo que el viaje fue deleitado al máximo, sin inconvenientes que no tuvieran solución, con un sol radiante fue marcado nuestro regreso, hasta finalmente llegar a Guacara, donde nos esperaba una casa para descansar de ese camino, y despertar de ese sueño echo realidad.
No hay mucho que decir cuando las cosas salen bien, solo queda ese maravilloso recuerdo de un momento, de una semana, de un sueño que se cumple, de ese confortante descanso que sin más ni menos cumplió sus objetivos. Hoy por Hoy solo queda dar las gracias a las personas que hicieron de este sueño una grata realidad…
atte.
Rs. Erick Rivero
